Los robots aún no están preparados para soportar presión
según PwC, el 34% de los puestos de trabajo podrían ser automatizados en 2030. Sin embargo, parece que los robots no están preparados aún para desempeñar determinados empleos y soportar la presión ligada a ese puesto.
Esto le ha pasado a Flippy. Este robot cocinero fue contratado para hacer hamburguesas en la cadena Caliburger y no ha podido soportar la presión. El robot tiene la capacidad para cocinar 2.000 hamburguesas al día gracias a una serie de sensores, un brazo articulado e inteligencia artificial, sin embargo, no ha servido a Caliburger para hacer frente al gran número de pedidos que se ha generado en las horas pico de demanda.
La atracción tecnológica ha despertado el interés de muchos ciudadanos y ha provocado un importante aumento del número de pedidos de la cadena estadounidense.
La descoordinación con los empleados de la hamburguesería ha hecho que Flippy haya sido desenchufado por un tiempo prolongado hasta que se logre optimizar el rendimiento del robot y entrenar las facultades de coordinación de los empleados con la máquina.
«Los entrenamos, trabajan en la parrilla, se dan cuenta de que no es divertido y se van a conducir Ubers», explica John Miller, CEO de Cali Group, al diario. Con lo que tener un robot que automatice la parrilla puede suponer la solución a los problemas en esta situación clave de sus restaurantes.
Miso Robotics, padres de Flippy, señala que siguen probando una nueva actualización para que Flippy sea capaz de funcionar a mayor velocidad. A pesar de esto, CaliBurguer sigue adelante con sus planes de incorporar 50 robots de este tipo en sus restaurantes de Estados Unidos, ya que los beneficios aún son más atractivos que los problemas.
Esto le ha pasado a Flippy. Este robot cocinero fue contratado para hacer hamburguesas en la cadena Caliburger y no ha podido soportar la presión. El robot tiene la capacidad para cocinar 2.000 hamburguesas al día gracias a una serie de sensores, un brazo articulado e inteligencia artificial, sin embargo, no ha servido a Caliburger para hacer frente al gran número de pedidos que se ha generado en las horas pico de demanda.
La atracción tecnológica ha despertado el interés de muchos ciudadanos y ha provocado un importante aumento del número de pedidos de la cadena estadounidense.
La descoordinación con los empleados de la hamburguesería ha hecho que Flippy haya sido desenchufado por un tiempo prolongado hasta que se logre optimizar el rendimiento del robot y entrenar las facultades de coordinación de los empleados con la máquina.
«Los entrenamos, trabajan en la parrilla, se dan cuenta de que no es divertido y se van a conducir Ubers», explica John Miller, CEO de Cali Group, al diario. Con lo que tener un robot que automatice la parrilla puede suponer la solución a los problemas en esta situación clave de sus restaurantes.
Miso Robotics, padres de Flippy, señala que siguen probando una nueva actualización para que Flippy sea capaz de funcionar a mayor velocidad. A pesar de esto, CaliBurguer sigue adelante con sus planes de incorporar 50 robots de este tipo en sus restaurantes de Estados Unidos, ya que los beneficios aún son más atractivos que los problemas.
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